OPINIONES
¡Equidad para todos! La transformación requiere valentía y determinación, ya que no es un camino fácil. Aquellos que se atreven a desafiar las normas de la inequidad e injusticias son a menudo criticados, despreciados e incluso perseguidos por aquellos que se benefician del sistema corrupto y perverso.
El grado honorífico de General Superior entregado recientemente al señor Comandante General de la Policía Nacional, César Zapata Correa, por parte del señor presidente de la República, Daniel Noboa ha generado controversia. Este ascenso implica que se salte el grado de General Inspector y se ascienda directamente al grado de General Superior, lo cual va en contra de los principios establecidos por el COESCOP.
Modernizar un subsistema de salud es esencial para asegurar atención médica de calidad y calidez. En el camino hacia la excelencia, abordar y prevenir la corrupción en la extensión de la atención médica a través de acuerdos con clínicas y centros privados, así como el reclutamiento de especialistas, es crucial. Este documento explora la importancia de combatir la corrupción en el sistema de salud y propone medidas para fortalecer la integridad y la eficiencia en la atención médica.
Este artículo explora la persecución hacia los servidores públicos íntegros por aquellos que buscan mantener sus intereses ocultos y preservar el statu quo. Se destaca la necesidad imperante de implementar un plan de depuración en instituciones públicas, justicia y seguridad, con el propósito de fortalecer la gestión pública transparente y democrática, promoviendo la participación ciudadana y el control social.
En la actualidad, es innegable el impacto que ha tenido el Decreto Ejecutivo No. 632 del 17 de enero de 2011 y el Código Orgánico de Entidades de Seguridad Ciudadana y Orden Público (COESCOP) en la institución policial. Estas medidas, implementadas por el gobierno de la revolución ciudadana con el asesoramiento de expertos cubanos y ciertos elementos policiales, han influido en dos aspectos clave: el modelo de gestión y la autonomía y liderazgo policial.
En la actualidad, se observa que la corrupción impregna la estructura estatal y sus instituciones, siendo lideradas por personas carentes de conocimientos y principios democráticos. Estos líderes persiguen su enriquecimiento personal y el de sus círculos de influencia, descuidando el bien común y la auténtica vocación de servicio.
“Los policías somos obedientes y no deliberantes, sí, pero obedientes a la ley, yo no voy a ser sumiso”, dice el coronel Wilson Torres, con la voz grave y firme. Sostiene en sus manos documentos de, al menos, cuatro investigaciones administrativas que se le han abierto en el Departamento de Asuntos Internos de la institución, en los últimos cinco años. Todas se abrieron luego de que Torres—que lleva 29 años de servicio en la Policía— hiciera una serie de publicaciones en su cuenta de Twitter. Lo constaté revisando los documentos de cada proceso.
En los últimos años, hemos sido testigos de la alarmante infiltración del crimen organizado y el narcotráfico en toda la estructura del Estado. Los medios de comunicación han informado sobre la participación de ciertos elementos de la fuerza pública, como policías y militares, en actividades relacionadas con el tráfico de drogas. Es perturbador descubrir que incluso altos rangos como generales, coroneles, tenientes coroneles y mayores han acumulado patrimonios millonarios debido a su involucramiento en casos como el de Metástasis.